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The American Journal of Tropical Medicine and Hygiene - Volume s1-4, Issue 2, 1924
Volume s1-4, Issue 2, 1924
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The Use of Sweetened Condensed, Evaporated and Powdered Milks for Feeding Infants in the Tropics
Author: W. E. DeeksSumarioEl uso de la leche fresca de vaca presenta varias dificultades en los trópicos. La calidad de la yerba no es buena y para que la leche sea satisfactoria hay que darles a las vacas una alimentación especial. Esta alimentación resulta ser cara y a veces dificil de conseguir. Los resultados no justifican el gasto. Además, los habitantes de los trópicos no parecen darse ceunta de la necesidad de la limpieza en el ordeño ni del cuidado especial que la leche requiere cuando se le transporta a distancia. El clima es cálido y favorece el desarrollo de bacterias. Todas estas desventajas aseguran la creencia en la mente del autor de este artículo que el mejor método de alimentación consiste en el uso de las leches en lata: condensada, evaporada y en polvo. En la tabla 4—fórmula “A” se explica detalladamente la preparación de una fórmula compuesta de ambas leche condensada dulce y leche evaporada de acuerdo con la edad hasta el primer afio. La composición general de la leche asi preparada se explica en la tabla 5 que sigue. La tabla 6—fórmula “B” demuestra una preparación con leche evaporada en la que se puede variar la clase de azúcar de acuerdo con las necesidades del caso. Esta fórmula es esencial en aquellos casos en que los niños demuestran cierta idiosincrasia hacia el azúcar de caña. La tabla 7—fórmula “C” explica la composición de una leche mediante el uso de la leche en polvo “Klim” acerca de la cual el autor habla muy favorablemente. Los fabricantes de esta leche aseguran que las vitaminas de la misma no han sido destruidas en el proceso de preparación. Sin embargo, como esta leche se prepara durante la estación de invierno, es muy probable que el contenido de vitaminas sea bajo debido principalmente al hecho de que los animales no salen del establo. El uso de esta fórmula debe, por lo tanto, suplementarse con la administración de jugos de frutas. La tabla 8 demuestra un análisis de la formula que antecede. Es de notarse que tanto el contenido de proteinas como de azúcar es igual que en la leche humana, pero que hay deficiencia en grasas. Esta deficiencia no tiene importancia en los paises cálidos; tratándose de los paises fríos habría necesidad, en este caso, de aãadir grasas ya fuere en forma de crema fresca o de aceite de higado de bacalao.
Estos métodos de alimentacion han resultado altamente satisfactorios en mas del 90 por ciento de los niños observados por el autor en la zona tropical. Se inició en el 1908 y se está usando en Panama y en los demás paises tropicales includios en la zona de negocios de la United Fruit Company.
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The Pfeiffer Reaction in Yellow Fever
Author: Hideyo NoguchiSummary and DiscussionA positive Pfeiffer reaction obtained with the serum from persons recently recovered from an infection clinically suspected of having been yellow fever provides confirmatory evidence of the disease. On the other hand, a negative Pfeiffer reaction may occasionally be obtained in the case of persons who have had an undoubted attack of yellow fever, hence the diagnosis of yellow fever clinically established cannot be set aside because of the negative outcome of a Pfeiffer test. The duration of the humoral signs of immunity, such as are brought out by the Pfeiffer reaction, is comparatively short and gives no precise indication of the state of immunity of the entire body, such as develops as the result of a genuine infection with yellow fever and usually persists for the remainder of life. In the case of a person who had yellow fever four years ago, the Pfeiffer reaction was found to be still very marked. In this particular instance, a possible reinforcement of immunity through frequent exposure to infection, up to two years previous to the test, cannot be excluded.
A negative Pfeiffer reaction was obtained with the serum of an individual born and resident in Mérida, where several epidemics of yellow fever have occurred in the past thirty years, without his ever having contracted the disease.
With the serum of an individual who had been vaccinated but had contracted yellow fever in Brazil during the period before protection from the vaccination could have developed, a strong Pfeiffer reaction was obtained 65 days from the time of onset of the disease. The presumption is warranted that the reaction was due not so much to the vaccination as to the natural infection, hence the etiological agent in this case of yellow fever in Brazil must have been identical with the strains of Leptospira icteroides isolated elsewhere.
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Malaria Control Demonstrations in Palestine
Author: I. J. KliglerResúmenLa conclusión que se deduce de las demostraciones controladas es que el dominio de la malaria es factible, aun en los peores lugares de la Palestina, con un expendio de dinero relativamente pequeño. De consiguiente, es de creerse que lo mismo sea posible en otras partes. Las medidas tendentes a remediar la situación en la Palestina, son brevemente: (1) Cooperación por parte de todos los poblados tocante a la limpieza de sus respectivos y muy descuidados canales de agua. Estos canales, una vez limpios y regulados, pueden mantenerse en buena condición con un desembolzo poco costoso. (2) El mejoramiento y buen manejo del método de irrigación. La mejor solución de este problema sería el adoptar el método de irrigación intermitente usado en Migdal. La estación epidémica de malaria coincide con el período de irrigación activa, y tanto en Migdal como en Kinnereth, el sistema primitivo de irrigación que emplean los agricultores, dió los peores resultados. (3) El desagüe gradual de los pantanos que resultan de coladuras subterráneas, pozos desbordados, etc. A un costo comparativamente bajo, el inspector a cargo del trabajo antimalárico en los lugares bajo control, consiguió que durante el primer año se desaguaran varias pequeñas pero importantes áreas pantanosas. (4) La inspección constante de todas estas comarcas para proteger a sus habitantes en contra de su propia negligencia e indiferencia, como para inculcar el hábito del interés personal. La educación es de tanta importancia en el dominio de la malaria como en cualquier otra fase del trabajo de Salud Pública.
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Some Personal Experiences with Fish as Antimosquito Agencies in the Tropics 1
Author: Daniel M. MolloySumarioEste interesante e instructivo artículo que el autor, miembro del cuerpo directivo de campaña de la Junta de Sanidad International, titula ‘Experiencias personales tocante al uso de los peces como agentes destructivos de los mosquitos en los trópicos,” merece la atención de todas aquellas personas interesdas en el dominio de las enfermedades causadas por los mosquitos.
Nos habla primeramente de la fase histórica de la malaria, principalmente en las Antillas y Centro-América, y de como la inmunidad aparente de las Barbadas a pesar de estar rodeada de centros de mucha infección, se averiguó ser debida al papel natural que desempeñan los pececillos como agentes de destrucción de las larvas de mosquitos. Con profusión de detalles explica los conocimientos y experiencias adquiridas por las autoridades sanitarias en varias partes del mundo que confirman la importancia de este medio de dominio. Desde el año 1918 se han usado con éxito en las islas Hawaii, prácticamente en todas las Antillas y en Panamá por las autoridades sanitarias americanas. Nos dice que Carter es de opinión que con anterioridad a estas fechas, el uso de peces jugó un papel muy activo en los trabajos de control del Stegomya en Cuba de acuerdo con las recomendaciones del Comandante Kean del Cuerpo Médico del Ejército de los E.U.A. Esto no se supo hasta que Connor hizo uso de ellos en su campaña en contra de la fiebre amarilla en Guayaquil en el 1919.
Se usan dos especies conocidas técnicamente bajo el nombre de Gambusia affinis (pececillo de superficie) y Heterandia formosa. Ambas especies, dice Molloy, abundan en la región sur del Atlántico, en las márgenes someras de los lagos, pozos y corrientes de las regiones de marea. Recomienda la lectura del informe que tocante al uso del pececillo de superficie ha publicado la Junta de Sanidad Internacional y lo que acerca de este mismo particular ha escrito Mr. Hildebrand del Negociado de Pesquerías de los E.U.A.
Molloy refiere el haber llegado a Nicaragua en el verano del 1915 con el propósito de ayudar al gobierno de aquel pais en los trabajos anti-uncináricos. En agosto visitó a Corinto para investigar un brote de fiebres de orígen desconocido. Se encontró con que el paludismo campeaba alli y que habían muchos casos de la enfermedad localmente conocida como fiebre colibacilar (paratifoideas). También notó la presencia de dengue entre los marinos de un cañonero en el puerto. Una inspección de las clases de mosquitos demostró la presencia, en gran profusión, de dos especies de Anófeles, a saber: A. albimanus y A. argyrotarsis. El Aedes calopus también existía en grandes proporciones.
Empezó seguido a buscar el pececillo de superficie en las corrientes de agua cercanas, mientras tanto introdujo medidas de desagüe y petrolización. Poco después dió comienzo al trabajo de surtir los pozos y otras aguas con peces. Poco después de haber cesado la inspección sanitaria del puerto, se presentó un brote de fiebre amarilla (1919) lo que estimuló un nuevo reconocimiento sanitario del puerto. Del resultado de esta indagación, como así mismo teniendo en cuenta el éxito obtenido con peces en Tuxpán, Tampico y otros centros epidémicos de Méjico, se instituyó esta medida con vigor y en mayor escala que antes.
Usó un pececillo de superficie, vivíparo, conocido en la localidad con el nombre de “olamina” (no es Gambusia) y clasificado técnicamente como Poecillia sphenops. Existe en toda la América Central y es de constitución fuerte. Como posee la abilidad de saltar mucho, hay que domesticarlo a su nuevo ambiente. Se transportó de un lado a otro en los envases de lata de kerosene de 5 galones. En voracidad no tienen igual. Empieza a devorar larvas dentro de los treinta segundos de haberse echado al agua. Son muy prolíficos y no hay necesidad de establecer criaderos. De cuatro a doce peces son bastante provisión para los envases caseros. En realidad, añade Molloy, cualquiera variedad de pez puede usarse satisfactoriamente. Durante la campaña surtió más de 50,000 depósitos, vasijas, etc., en varios puntos usando por todo unos 300,000 peces. La fiebre amarilla desapareció prontamente y la reducción general de mosquitos se manifiesta aún.
Es de opinión que los peces constituyen el único factor para llevar a cabo el control natural de los criaderos de Anófeles. Son en realidad diminutos oficiales sanitarios. Posee la convicción de que Managua no sería habitable sino fuera porque estos enemigos inveterados de los mosquitos abundan en el lago. Cita dos ejemplos de control natural de mosquitos por medio de los peces, a saber: el valle Menier, Departamento de Granada y Ciudad Managua en donde, debido a la presencia de peces, es raro el encontar una sola larva y desde luego ningún Anófeles. Su propósito, principal, nos dice, es el dar énfasis a las posiblidades del control sistemático por medio de peces, especialmente en los trópicos. Desde luego es de importancia el ayudar a los peces en todo lo posible, limpiando de vegetación, maleza y otras acumulaciones a los bordes de los tanques y arroyos, desaguando los empozamientos de agua de lluvia y rellenando los puntos de acumulación de agua.
Dice al terminar que no ha tratado de presentar todas las fases del dominio del mosquito por los peces; que está plenamente convencido que el pez es un factor de ayuda notable en el trabajo sanitario. No es panacea, añade, pues existen condiciones que imposibilitan su efectividad. Dice que deben siempre usarse aunque las probabilidades de éxito no sean aparentemente favorables. Si les ayuda inteligentemente, generalmente producen buenos resultados.
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An Efficient Turtle Trap for Protection of Gambusia in Hatcheries, Ponds, Etc.
Author: Willys M. MonroeResúmenEn uno de los criaderos de pececillos Gambusia instalados por la Unidad Sanitaria del Condado de Covington, Alabama, (E. U. A.) se notó la desaparición gradual de los peces debido, como pronto se averiguó, a la presencia de muchas tortugas en el agua. Al principio se procedió a evitar esto sacando las tortugas con la mano pero este método resultó ser algo peligroso. Se modeló entonces una trampa tomando en consideración el hábito de las tortugas de salirse del agua y treparse sobre un tronco caído para tomar el sol. La trampa (véanse las fotografías que acompañan al artículo) se construyó de la manera siguiente: Se obtuvo una caja de madera hecha de tablas de una pulgada de espesor y de un tamaño de 3½ pies de largo por 2½ pies de ancho y 1½ pies de profundidad. Se le quitó la tapa y por el borde se puso una hilera de clavos a una distancia de 1½ o 2 pulgadas un clavo del otro. En el medio de cada lado se dejó un espacio sin clavos de ocho pulgadas de ancho. A través de los espacios se clavó una tabla de dimensiones de 1″ por 6.″ Ya terminada de esta manera y hasta este punto, se llevó al estanque y se aseguró por medio de estacas clavadas en la superficie del fondo, de manera que la línea de flotación fuera a seis pulgadas de la parte superior. A cada lado se clavo una tabla inclinada de manera que los extremos llegaran hasta por debajo de la superficie del agua. Estos extremos se aseguraron por medio de estacas clavadas al fondo. Se ponen estas tablas a un declive pronunciado, de manera que las tortugas no puedan permanecer quietas sobre ellas y continúen hasta la parte horizontal sobre la caja. Al terminarse la segunda semana siete tortugas habían sido cogidas en la trampa. Al compararse el resultado, tres meses después, entre aquellos criaderos que habían sido protegidos de esta manera, con los otros, se observó que había mayor número de peces en los primeros que en los segundos.
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The Natural Breeding Places of Anopheles Mosquitoes in the Vicinity of Mound, Louisiana
Author: G. H. BradleyResúmenLos cuadros demostrativos que anteceden indican que el mayor desarrollo de mosquitos ocurre en aquellos lagos en donde la crianza de los mismos es constante durante toda la estación; además, siendo los lagos los más extensos cuerpos de agua de la región, es claro que ellos constituyan el orígen del mayor número de anófeles. Los canalizos naturales ocupan el segundo lugar de importancia pues debido a su proximidad a las vivicndas humanas probablcmente surten un número considerable de anófeles a las mismas.
Los lodazales y los canalizos que han sido limpiados en parte tienen una proporcón de crianza más baja que la de los canalizos naturales, aunque a veces se producen brotes considerables en estos lugares.
Las cifras indican que en esta región la producción de anófeles es mucho mayor en aquellos cuerpos de agua que se han dejado en su estado natural y que la limpieza de vegetación disminuye pero no elimina el criadero a menos que dicha limpieza se lleve a cabo minuciosamente y se mantenga de igual manera. Es probable que el factor principal que causa la disminución de los criaderos de anófeles en las regiones sometidas a limpieza ha sido la falta de refugio y protección para ambas formas, adultas y larvales. El alimento larval es tal vez un factor de menor importancia pues todas estas aguas demuestran estar abundantemente surtidas de las plantas microscópicas y formas animales que sirven de alimento a las larvas.
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Oscar Teague
Author: H. J. NicholsThe tragic death of Dr. Teague on September 29, 1923, in an automobile accident, removed from the ranks of American physicians a worker of promise and achievement and a pure-minded devotee of science.
In American Men of Science the following data are found: Bacteriology; Greenville, Ala., January 8, '78; B.S. Vanderbilt, '98; M.S. '99; M.D., Berlin, '03; Assistant of Pathology, Medical College, Cornell, '05–'08, '12–'14; Bacteriologist, Bureau Science, P.I., '08–'12; Director, New York State Quarantine Laboratory, '14–'17; Assistant Bacteriologist, Columbia, '19. With Medical Corps, United States Army '17–'19. Delegate to International Plague Conference, Mukden, China, '11. Asst. Pathologist and Bacteriologist; Society Bacteriologists; Asst. Immunologist; Society Experimental Biology; London Society Tropical Medicine. Flocculation of colloids; treatment of trypanosomiasis; agglutination of the plague bacillus; pneumonic plague; diphtheria.
In addition, he devised the widely used eosin methylene blue plate for isolation of intestinal organisms; threw light on the action of typhoid bacilli on xylose; made contributions to the problem of chancroids.
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Notice of Annual Meeting
Author: B. H. RansomThe next annual meeting of the American Society of Tropical Medicine will be held in Chicago, Illinois, June 9, 10, 1924 during the week of the meeting of the American Medical Association. Members who wish to present papers at this meeting should submit titles to the Secretary as soon as possible.
Names of persons to be proposed for membership should be sent in at an early date, in order that application blanks may be forwarded and returned in time for consideration of the Membership Committee prior to the meeting.
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Studies from the Institute for Medical Research, Kuala Lumpur, Federated Malay States, No. 18. Notes on the Treatment of Malaria with the Alkaloids of Cinchona
Author: Lewis B. BatesThis book is a monograph on the treatment of malaria. It has nine chapters and ninety-one pages. Each chapter treats of a distinct phase of the subject and a perusal of the chapter titles given below will give a good idea of the scope of the work. The first impression gained in reading this book is that the author is giving the reader the results of his own personal experience and that although references are frequent the subject matter is true first hand knowledge.
Chapter I: Cinchona Febrifuge. This is evidently a proprietary article, considerably used throughout the British dependencies and without legally defined composition. The author pleads for its standardization.
Chapter II: The Relative Merits of the different Alkaloids of Cinchona in Malaria. “In doses of ten grains twice a day, the four crystallizable alkloids, quinine, quinidine, cinchonine, and cinchonidine, appeared to be of equal value in bringing about the disappearance of malarial parasites, in patients weighing about 100 pounds.”
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