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Resumen
El número de pececillos que se usan varía grandemente pero la práctica común es el colocar un pececillo “de fondo,” preferiblemente macho, en las cisternas y un par de los mismos en los barriles. Con tal que todo marche normalmente dos peces son suficientes; sin embargo, a veces se encuentran depósitos, especialmente en los barriles, los cuales son grandes criaderos de larvas a pesar de la presencia de los peces. La frecuencia de este hecho nos ha estimulado a llevar a cabo experimentos para determinar la capacidad destructora de un pececillo y correlacionar esta observación con los caracteres físicos del medio ambiente. Con tal objeto mantuvimos dos peces (Dormitator maculatus y Gambusia nicaraguensis) en receptáculos separados y les proveímos constantemente con un exceso de larvas de Stegomyia. Se tomó nota exacta durante una semana del número de larvas destruídas. Nuestras conclusiones, según lo demuestra el proceso de computación detallado en el informe que precede, son: